HORMONAS, VALORES HEMATOLÓGICOS Y PASAPORTE BIOLÓGICO EN LOS DEPORTISTAS (PARTE 1)
Hormonas, Hematología, Nutrición y Deporte
1 de Junio de 2018
Aitor Viribay Morales1 y Aritz Urdampilleta2
1 Alumno Escuela de Nutrición Deportiva Dr. Urdampilleta- ElikaEsport
2 Director de la Escuela de Nutrición Deportiva – Dr. Urdampilleta – ElikaEsport
Introducción
Conocer las adaptaciones, cambios hematológicos y hormonales que se dan en el Deporte es de vital importancia para poder llevar a cabo intervenciones Nutricionales o Deportivas con garantía de éxito. Tanto de manera aguda, como crónica, el cuerpo de un deportista está expuesto a unos requerimientos elevados que suponen un estrés a nivel Hormonal, Endocrinológico y Hematológico. Una correcta interpretación de los mismos ayudará al profesional a ofrecer un mejor asesoramiento Nutricional, Médico y Deportivo que resulte en un mayor rendimiento físico.
Con el objetivo de establecer dichos conocimientos, y con un carácter aplicado y práctico, los autores del libro, el Dr. Santos-Concejero y el Dr. Urdampilleta, analizan los parámetros Hematológicos, Hormonales y el Pasaporte Biológico de los Deportistas, detallando sus respuestas ante diferentes situaciones, los valores de referencia, y las posibles aplicaciones prácticas que un profesional puede encontrar en consulta.
El libro se divide en las siguientes partes diferenciadas que vamos a analizar.
Figura 1. Hormonas, Valores Hematológicos y Pasaporte Biológico en los Deportistas (Editorial ElikaEsport, 2016). (www.elikaesporteditorial.com)
Hormonas, Nutrición y Deporte
Entender la endocrinología de un deportista, es decir, los cambios que suceden cuando este se alimenta o entrena va a ser un factor clave en su rendimiento. Así, la Insulina, el Glucagón, las Catecolaminas, el Cortisol y la Hormona de Crecimiento (GH) jugarán un papel crucial en la regulación de la glucemia, unas a corto (Insulina, Glucagón y Catecolaminas) y otras a largo plazo (Cortisol y GH). Todas ellas son hormonas hiperglucemiantes, menos la insulina, que como comentamos mas adelante, su concentración disminuye cuando el ejercicio supera cierta intensidad. Por su parte, la Testosterona (anabolismo celular), el Cortisol (catabolismo), las Hormonas Simpático-Adrenales (estimulación), la Hormona Antidiurética (ADH) (regula la reabsorción de agua y regulación hídrica), la Aldosterona (regulación hidroelectrolítica a través del sodio y regulación de la tensión arterial), la Eritropoyetina (oxigenación celular) y la Hormona de Crecimiento (anabolismo celular y recuperación), también tendrán una participación crucial durante la realización del propio ejercicio físico, aspecto a tener muy en cuenta.
En reposo, y ante la ingesta de alimentos, la Insulina se eleva con el fin de almacenar glucosa en forma de glucógeno. Durante el ejercicio, sin embargo, esta respuesta es diferente, sobre todo una vez alcanzado una intensidad superior al 65-70% del VO2 máx., es decir, cuando la necesidad de glucosa empieza a ser relevante, ya que la propia Insulina disminuye. Por ello, y ante esta situación, es necesario regular la glucemia, y es ahí donde entran diferentes hormonas hiperglucemiantes como las simpático-adrenales (Adrenalina y Noradrenalina) en primera instancia, y el Cortisol o la Hormona de Crecimiento, esta última con carácter lipolítico, más a largo plazo, coincidiendo con la depleción de los sustratos.
Además, la práctica deportiva genera desequilibrios hidroeléctricos y la necesidad de oxígeno y nutrientes por parte de la musculatura implicada aumenta. Con ello, pueden surgir estados de deshidratación y/o hemorragias. Para controlar esta situación y el efecto sobre el flujo sanguíneo, el volumen plasmático, la termorregulación y la presión sanguínea, la Hormona Antidiurética (ADH) y la Aldosterona jugarán papeles primordiales. La primera se limitará la excreción de agua a nivel renal, y la segunda la reabsorción de electrolitos como el Sodio y Cloro, además de incrementar la secreción de Potasio que ayudará en la función tamponadora.
Figura 2. Hormonas en el deporte. Respuesta al ejercicio y consecuencias (elaboración propia).
La Eritropoyetina (EPO), por su parte, se produce en el riñón ante situaciones de aporte insuficiente de oxígeno a las células. Ante esta hipoxia, la EPO ayudará en la médula ósea a la estimulación de nuevos hematíes que mejoren el transporte del oxígeno a las células y poder hacer frente, de esta manera, a las exigencias derivadas de esfuerzos de intensidad elevada y duración prolongada. Ayudará, por lo tanto a la recuperación en todo tipo de deportes. Por esta razón, es importante valorar los niveles de Hemoglobina y Reticulocitos (nuevos glóbulos rojos) mediante analíticas sanguíneas.
Figura 3. Hormona Eritropoyetina (EPO) en el deporte (elaboración propia).
Además de las funciones comentadas, la Testosterona y el Cortisol juegan un papel importante como indicadores de las adaptaciones al entrenamiento del deportista. Unos niveles altos de Cortisol indicarán un estrés prolongado en el tiempo, propiciado por un estado de catabolismo, situación no deseada en un deportista. La Testosterona, por su parte, estará elevada en deportistas de Fuerza o Velocidad como indicador del estado anabólico en estos deportes. Así, el cociente Testosterona/Cortisol, se postula como un buen indicador de la adaptación del deportista a la carga de entrenamiento, nutrición y descanso. Los niveles bajos indicarán un posible sobre-entrenamiento del deportista.
Para ampliar la información a cerca de la valoración bioquímica del deportistas, se pueden ver los siguientes artículos publicados por el Dr.Urdampilleta y colaboradores: http://renhyd.org/index.php/renhyd/article/view/14/19 http://renhyd.org/index.php/renhyd/article/view/24/96
Hematología en el Deporte
Las adaptaciones hematológicas al esfuerzo agudo y crónico son totalmente diferentes, siendo en ocasiones, opuestas. Durante el ejercicio físico intenso, de forma aguda se da una hemoconcentración (y aumento de hematocrito) debida a la disminución del volumen plasmático que genera la deshidratación. Por consiguiente, la concentración de la Hemoglobina, el Hematocrito y el conteo de glóbulos rojos aumentan. Estos cambios implican una pérdida de eficiencia que se deberá compensar con un aumento de la frecuencia cardíaca y, por lo tanto, del gasto cardíaco.
Sin embargo, a nivel crónico, tras sesiones de entrenamiento, estos cambios son distintos. Así, se observan cambios como el aumento del volumen plasmático, del volumen de glóbulos rojos y de la masa de hemoglobina. Esto implica una mayor eficiencia en el transporte de oxígeno. Además, la producción de EPO se ve incrementada como adaptación al entrenamiento, por lo que los deportistas entrenados tendrán una tasa eritropoyética más elevada (aumento de reticulocitos). Debido a estos cambios crónicos, el deportista sufrirá una hemodilución a costa de la expansión sanguínea, hecho conocido como “Pseudoanemia del Deportista”.
Figura 4. Pseudoanemia del Deportista. Hemodilución (elaboración propia).
Esta “Pseudoanemia” no es más que una adaptación fisiológica al ejercicio (muy frecuente en deportistas de larga distancia). Sin embargo, debido a las altas demandas del ejercicio físico, el déficit de Hierro, con o sin anemia, es muy común en los deportistas. El diagnóstico de este déficit y de la posible anemia debe ser realizada por un médico deportivo que tenga en cuenta distintos valores hematológicos como la Hemoglobina, el Volumen Corpuscular Medio, la Ferritina, la Saturación de Transferrina, etc.
Ante un diagnóstico de anemia, este deberá de ser abordado desde un equipo multidisciplinar que intervenga a nivel dietético, de entrenamiento y carga física, y en situaciones que así lo requieran con Suplementos o Fármacos.
Figura 5. Intervención Dietético-Nutricional del déficit de hierro y anemia (elaboración propia).
A nivel dietético, como norma general, y dejando claro que la intervención deberá de ser totalmente personalizada, se recomienda aumentar la ingesta de Hierro dietético y suplementar con 40mg de Hierro combinado con Vitamina C (60-200mg- equivalente a un zumo de naranja), esto en el caso de tener un déficit de Hierro. Ante una anemia verdadera, la recomendación será la ingesta de Hierro Farmacológico (al menos 80mg/día) repartido en 3 tomas junto a la Vitamina C, además de un cese completo del ejercicio. La ingesta mediante Hierro dietético será crucial en la prevención y tratamiento del déficit de dicho mineral. Para ello, como se ve en la Figura 5, los alimentos de elección serán aquellos ricos en Hierro tipo Hemo y en el caso de vegetarianos o veganos, aquellos con Hierro no Hemo, unido a factores favorecedores de la absorción.
Para más información, a cerca del tratamiento de la Anemia se recomienda visualizar los siguientes artículos publicados por el Dr.urdampilleta y colaboradores: http://www.nutricion.org/publicaciones/revista_2010_03/Intervencion_dietetico_nutricional.pdf
http://renhyd.org/index.php/renhyd/article/view/16/38
Como apunte, resaltar las últimas tendencias a nivel de regulación de la homeostasis sistémica del Hierro, que sitúan a la Hormona Hepcidina en el centro de esta regulación. Ésta parece controlar la absorción del Hierro dietético y la distribución del mismo a través de los tejidos, ejerciendo su función mediante el exportador de hierro Ferroportina, con presencia en la membrana celular. Además, se ve influenciada por diferentes factores como la actividad física, el estrés oxidativo y la hipoxia, siendo una situación ideal para la absorción del Hierro unos niveles bajos de dicha hormona.
Los valores hematológicos de los deportistas cambian dependiendo de la Altitud a la que se hayan tomado las mediciones. A nivel del mar, los deportistas de Resistencia de nivel competitivo Élite muestran valores de Hemoglobina cercanos a 15,72g/dL +/- 1,02, 46,6% +/- 3,3 de Hematocrito y 125,6ng/ml +/- 91,5 de Ferritina. Estos mismos valores en deportistas de Potencia, serán 16,4% +/- 1,03; 47,4g/dL +/- 3,1; y 82,3ng/ml +/- 61,0, respectivamente. Sin embargo, ante estímulos de Hipoxia, estos valores cambian. En Altitudes Medias (1500-2000m), los deportistas de Resistencia muestran valores de 45,9% de Hematocrito y 15,3 g/dL de Hemoglobina, mientras que los de Fuerza 46,6% y 15,1g/dL, respectivamente. Estos datos se ven incrementados en altura superiores, así en deportistas residentes Andinos (2500-5000m de Altitud) se encuentran valores por encima de 16g/dL de Hemoglobina en Hombres y 14g/dL en mujeres, hasta los 51,7% de Hematocrito en alturas cercanas a los 4000m.
Figura 6. Valores Hematológicos de distintas disciplinas a Nivel del Mar y en Media Altitud (elaboración propia).
Todo este contenido, se encuentra integrado en un manual útil, práctico y aplicado, como es el Libro “Hormonas, Valores Hematológicos y Pasaporte Biológico en los Deportistas” de la Editorial Elikaesport, y que será fundamental para cualquier profesional de la Actividad Física y el Deporte, así como para los Nutricionistas o Médicos.
Para saber más, adquirir el siguiente libro:
Hormonas, Valores Hematológicos y Pasaporte Biológico en los Deportistas: http://elikaesporteditorial.com/inicio/19-hormonas-valores-hematologicos-y-pasaporte-biologico-en-los-deportistas.html